PAUL PUMA

PAUL PUMA
Click en imagen para escuchar el poema de Paúl Puma DE LOS ERRORES ESCATOLÓGICOS QUE NOS CONVIENEN A LOS SERES BÍPEDOS CUANDO NOS PONEMOS A EXTRAÑAR A LAS ANÉMONAS TRISTES PERO BELLÍSIMAS QUE NO EXISTEN SINO EN LA IMAGINACIÓN DE LOS ORNITORRINCOS DE AIRE (Cigar City Poetry Journal, ed. and trad. Jonathan Simkins, USA, 2018)

X: un poema de Paúl Puma

jueves, 30 de abril de 2009

Paúl Puma es un virtuoso del lenguaje.

Medardo Mora Solórzano

Presentación libro Universidad Eloy Alfaro de Manta en el Museo de la Palabra del Ministerio de Cultura.


Euler Granda

Poeta ecuatoriano, hispanoamericano.

Demuestra oficio. Intuición que huye del lenguaje manido. En cada palabras hay una gran significación, acierto en las imágenes.
Logra contactar con a cotidianidad. Profunda capacidad y fuerza expresiva. Palabras sentidas que llevan al sentido poético por sí solas.

A propósito de El poeta y su voz en la CCE, texto inédito.




PAÚL PUMA AVEC SES AMIS ET WALTER: GUETO POST ART

martes, 28 de abril de 2009

Qué buen equipo



Paúl Puma en Berlín con Héctor Hernández Montesinos, Washington Cucurto, María Cote Botero, Damián Ríos, Miguel Idelfonso, Jéssica Freudenthal...

Washington Cucurto y Eloísa la Cartonera

Con Washington Cucurto nos perdimos en Pstdam.

Amparados bajo un centro comercial bajo la lluvia nos metimos a un shop y él se emocionó con los jeans y las remeras mientras yo obtuve un hermoso abrigo seudo militar que me arroparía del otoño alemán.

Gran tipo Washington.

Conversamos de Eloísa, me dijo que tenía la idea de ampliar el espectro, realizar, por ejemplo una Eloísa para fabricar vestimentas.

A Washington lo quieren mucho en Argentina. Emecé lo publicó ya.

Fue y para mí es un boom.

Fabián Casas

APUNTES SOBRE STORNAIOLO DE PAÚL PUMA

Conocí a Paúl Puma en Berlín, en el comienzo del invierno alemán. Se abrió la puerta de la combi en la que estaba y entró un joven arropado con sombrero, bufanda y lentes oscuros. Los dos estábamos vestidos de la misma manera ya que éramos negros y veníamos de América, de zonas templadas y, a veces, terriblemente calurosas. Lo primero que me llamó la atención fue su nombre: Paúl Puma. Recuerdo que pensé: "Un tipo que se llama así no puede escribir mal".

En las selvas de mi país, el puma está en extinción.

Es una gran pena que los hermosos felinos la tengan que yugar para poder quedarse en stock.

Por suerte, ahora, para mí, en el centro del calor está Paúl Puma.

Una noche después del encuentro que les relato, ya en la ciudad portuaria de Hamburgo, lo escuché leer. Iba a escribir, lo vi leer, pero no, a Paúl Puma uno lo escucha.

Es extraordinaria la manera en que narra sus poemas, el manejo de la respiración y la dramática que consigue con sólo un cono de luz, un micrófono y el papel escrito.

El libro Stornaiolo de Paúl Puma conserva la misma potencia en su escritura que pide por salir del papel y entrar a la historia.

Fabián Casas / Argentina
Premio Ana Seghers

MIguel Idelfonso y Paúl Puma

Ensayo trabajado para la Antología Alemana Poesía Añicos y Sonares Híbridos realizada bajo la curadoría de Rike Bolte y Timo Berger, Académicos de la UNiversidad libre de Berlín con la cooperación del Instituto Cervantes. Fragmento:

Miguel Ildefonso, de Perú y Paúl Puma, de Ecuador, son los que más se acercan a la tradición poética de la Latinoamérica autóctona. El primero con oscuridad y violencia; el segundo, lúdico y ecléctico. Ildefonso convierte a José María Arguedas, el insigne novelista del indigenismo en las décadas del 60 y 70, en protagonista de uno de sus largos poemas en prosa, en el que también aborda el tema de la resistencia armada contra la ciudad mestiza que durante siglos ha excluido a la mayoría indígena en el Perú. De igual, modo Paúl Puma intenta recuperar las dos fuentes de la cultura andina. Por un lado asume la estructura y el ritmo de las metrópolis occidentales, por el otro recupera la memoria sobre el oprimido imperio incaico. Paúl Puma, que también ha trabajado en teatro, ha empezado la re-écriture de “Nueva Crónica y Buen Gobierno”, una de las crónicas cardinales del siglo XVII, publicada entre 1600 y 1615 y escrita por Felipe Guamán Poma de Ayala, a quién además lo une su nombre. Para ello se vale de una escritura que oscila entre el pathos barroco y la mirada científica a través del microscopio, haciendo referencia a la cultura pop y adueñándose de la forma fracturada del verso, típica de las Neovanguardias de los años 60 y 70. Así, logra en sus poemas cíclicos, a veces claros, otras alarmantes, un montaje de imágenes y discursos heterogéneos.

Rike Bolte / Timo Berger